Vida en pausa.

Sí, así me siento ahora mismo, en pausa, sin saber cómo será, cómo lo llevaré o que vendrá, siento miedo, angustia, pero a la vez ganas de dar un puñetazo a la mesa y decir, aquí estoy cojones.

Por momentos el mundo se me hace enorme, me pesa la vida y pienso mil cosas, pero por otros momentos, me encantaría comerme el mundo, subir como la espuma y enseñar de todo lo que soy capaz, ¿Qué me falla?, la cabeza, la energía…..

Después de un diagnóstico no acertado del todo por parte de la seguridad social, esta semana, mi maravillosa psicóloga me dio los resultados de su evaluación, tanto clínicos, como los test realizados, en los cuales se me diagnostica TLP y por eso la sintomatología de ansiedad y depresión, entre otros muchos mas como la ira, el terror al abandono, la impulsividad, el consumo excesivo de alcohol o drogas, etc etc.

El médico me ha dicho una frase que se me grabó, “Esto no es una enfermedad que se cura, es un trastorno con el que tienes que aprender a vivir y conocerte”. Esa frase me dolió al escucharla, porque imaginé que jamás seré “normal”, que necesitare ayuda en ciertos periodos de mi vida, que estaré arriba y a bajo continuamente, que tengo que entender todo esto que me pasa y aprender a vivir con ello, trabajarlo para rebajar los síntomas y poder ser lo mas “normal” que quiero ser.

La verdad, tengo miedo, mucho, miedo a que las personas que me rodean (que ya son bastante pocas) no quieran tener al lado a una persona así, miedo a hacer sufrir a quien amo, miedo a todo, aquí me abro en canal para vosotros, y no es fácil mostrarte vulnerable ante el mundo y que conozcan tus debilidades, pero al final, todo para con Dios y yo esto lo hago de buena fe.

Si, estoy teniendo malos días desde el diagnóstico porque no sé cómo afrontarlo ni como será, solo sé que quiero estar lo mejor posible, se os quiere, y a ti, mi marido, te amo por encima de todo.