Máscaras

Hoy es un día de esos en los que así no deba, tiro de las máscaras emocionales. Este término lo escuché por primera vez hace poco mas de un año, en un retiro espiritual que hice, las máscaras emocionales al final es el recurso que tengo para mostrarme “bien”, ocultar las emociones, sentimientos, miedos….. que hoy me tienen por dentro vuelto trizas.

Si, hoy no está siendo buen día para mi, igual, uno se acostumbra a no tener buenos días y solo espera que pase, que mañana me despierte de otro humor o con ganas de hacer algo. Es difícil, de verdad, no pensé sentirme nunca en este agujero tan grande, tan negro, tan vacío….. Hoy, desde que empecé el proceso con medicación, es el primer día que usado la máscara, tampoco sé por qué, quizás lo hice involuntariamente, para no darle mas peso a mi pareja, o quizás para que me vea mejor al menos por fuera, pero da igual, porque al final el día pasa y las cosas siguen así.

Desde que empezó todo esto, medicación, psiquiatra, psicóloga, médico de cabecera, siempre he sido yo, por una vez me di el lujo de reflejar a los demás como me sentía de verdad, mal, pero hoy es diferente, el día de hoy tome la decisión de la máscara sin pensarlo, sin reflexionarlo, pero me vi, en la mañana, volviendo a mostrar a los demás lo que quieren ver, mejoría en mi, que esté bien, que no llore, que me den ganas de hacer cosas, etc pero la verdad que hoy me siento totalmente destruido por dentro.

Llevar una máscara cansa, pesa y cuando uno ya esta así día a día, cuando se usa una máscara es como si te pasara un trailer por encima, queda uno debiendo energía al cuerpo porque de verdad es muy cansado, por eso, estoy escribiendo esto, necesitaba expresar como me siento, a quien me lea, al mundo, a mi mismo, a internet, da igual, como si nadie o lee, pero yo ya lo escribí y me expresé.

Si tú también utilizas máscaras, ten cuidado, no digo que esté mal utilizarlo un mal día en el trabajo, o demás, pero, cuando se vuelve costumbre, rutina utilizarlas y mostrar una imagen que de verdad no es, se convierte en peligroso ya que estás desconectando con lo verdaderamente esencial en ti, tus emociones.

¡Que viva el carnaval!

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