Pienso en escribir pero no sé por donde empezar, me siento dividido entre querer y poder. Me gustaría hacer tantas cosas pero esta enfermedad no me deja, es como un peso encima que no te deja comer, caminar, ir al gimnasio…. Se siente como una sombra pesada que se alimenta de uno mismo. Otros días la sombra se vuelve mas trasparente y te libera un poco para poder hacer algo.
Le he querido poner nombre a esta sombra porque esa palabra me provoca ansiedad; A partir de ahora, la llamaremos “PERLA”.
Pues perla muchos días me presiona el pecho haciéndome sentir ahogo, me presiona los hombros para que no pueda hacer cosas, me sujeta los brazos para que no me pueda defender y otros días me presiona las piernas para que no me levante de la cama. Perla tiene su propósito conmigo y esta enfermedad, pero, lo que no puede conseguir “PERLA” es que deje de tomar la medicación que hará que esta oscuridad que es ella se vaya yendo poco a poco hasta que yo mismo sea la Perla brillante , pura y delicada pero a la vez fuerte, sana y valiosa.
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