El día llegó, yo todo nervioso esperaba en la sala a que el médico me atendiera. Suena mi número en la pantalla y entro en la consulta, el me pregunta sobre como estoy, como me siento….. Yo sin vergüenza alguna le cuento un episodio que me pasó días anteriores (el cual os contaré mas adelante); Él, sin dudarlo se gira hacia mi, me explica unas cuantas cosas y me dice que tengo un cuadro ansioso depresivo grave y que necesito medicación urgente para poder estabilizarme a parte de sacarme cita con el psiquiatra.
La verdad, en ese momento respiré y sentí alivio después de mucho tiempo, sentía que al final alguien escuchaba mis gritos silenciosos de hacía tiempo atrás, sin dudarlo, con las manos temblando, el cuerpo empapado en sudor y con poca respiración le dije que yo me tomaría lo que me mandase con tal de mejorar.
Hablemos de ansiedad y depresión. 
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